Las Personas con Discapacidades Infantiles Pueden Estar a Riesgo Más Alto de Enfermedades Crónicas Cuando Se Convierten en Adultos Jóvenes

Un estudio financiado por el Instituto Nacional De Investigación sobre la Discapacidad, Vida Independiente, y Rehabilitación (NIDILRR, por sus siglas en inglés).

Las discapacidades de inicio pediátrico (DIP) son discapacidades que comienzan antes del nacimiento o durante la infancia. Los ejemplos incluyen la parálisis cerebral, síndrome de Down, defectos cardíacos congénitos, y enfermedades de por vida como la diabetes tipo 1. Las personas con DIP pueden tener necesidades de atención médica más complejas que las personas sin discapacidades a lo largo de sus vidas. Los estudios anteriores han demostrado que pueden tener un mayor riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles más adelante en la vida. Las enfermedades no transmisibles no son contagiosas e incluyen enfermedades como cáncer, enfermedad cardíaca, y diabetes tipo 2. Estas enfermedades generalmente se observan en adultos mayores de 40 años de edad, que están asociadas con el envejecimiento y la diminución de actividad física. En un reciente estudio financiado por NIDILRR, los investigadores analizaron la prevalencia de enfermedades no transmisibles en adultos menores de 40 años de edad con y sin DIP. Los investigadores querían descubrir qué tipos de enfermedades no transmisibles eran más comunes para estos adultos más jóvenes con DIP que aquellos sin DIP. También querían averiguar qué tipos de DIP estaban asociados con una mayor prevalencia de enfermedades específicas no transmisibles.

Los investigadores en el Centro de Investigación de Rehabilitación y Capacitación (RRTC, por sus siglas en inglés) sobre la Promoción del Envejecimiento Saludable para Personas con Discapacidades a Largo Plazo (en inglés) analizaron datos del “Optum Clinformatics Data Mart”, una gran base de datos de reclamos de seguros. Los investigadores analizaron los datos de diagnóstico de 2.2 millones de adultos de entre 18 y 40 años de edad que recibieron la cubertura de seguro para las visitas al médico, visitas al hospital, o visitas a la sala de emergencias en 2016. Con base en los códigos de diagnóstico, los investigadores determinaron cuáles de los adultos tenían una discapacidad de inicio pediátrico. Entre aquellos con una DIP, clasificaron la DIP en uno de los nueve tipos basados en los sistemas del cuerpo que afectó: músculos y huesos; cerebro; corazón y vasos sanguíneos; sistema nervioso; genitales; riñones o vejiga; ojos, orejas, cara, o cuello; respiración o digestión; u otro DIP genético. Luego, los investigadores analizaron el porcentaje de los adultos que habían sido diagnosticados con alguna de las siguientes enfermedades no transmisibles: enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, hipertensión o presión arterial alta, diabetes tipo 2, cáncer, osteoporosis, un trastorno del estado de ánimo como la ansiedad o depresión, o una enfermedad pulmonar, renal, o hepática crónica. Los investigadores analizaron el porcentaje de adultos con y sin una DIP que tenía cada enfermedad no transmisible, así como el porcentaje de aquellos que tenían al menos dos de las enfermedades no transmisibles.

Los investigadores encontraron que los adultos con una DIP tenían tasas más altas de los 10 tipos de enfermedades no transmitibles que los adultos que no tenían una DIP. Por ejemplo, 14% de los adultos con una DIP tenían una hipertensión mientras que el 0.3% de los adultos sin una DIP la tenían. En general, las tasas de las 10 enfermedades no transmitibles fueron al menos dos veces más altas para los adultos con una DIP que para los adultos sin una DIP. Además, 10% de los adultos con una DIP tenían 2 o más enfermedades no transmitibles, en comparación con 3.3% de los adultos sin una DIP.
 
Cuando los investigadores analizaron la prevalencia de tipos específicos de enfermedades no transmitibles para los adultos con DIP específicas, encontraron que los adultos con una DIP que afectaba un sistema corporal en particular tendían estar asociados con tasas más altas de una enfermedad no transmitible que involucraba el mismo sistema corporal. Por ejemplo, entre los adultos con una DIP que afectaba sus sistemas urinarios, la tasa de enfermedad renal crónica fue del 17.5%, en comparación con 0.3% de los adultos sin ninguna DIP.
 
Sin embargo, las tasas de enfermedades no transmitibles fueron aún más altas para los adultos con una DIP que afecta a un sistema corporal diferente. Por ejemplo, la tasa de diabetes tipo 2 fue 6.7% para los adultos con una DIP que afecta su desarrollo cerebral, en comparación con 2.4% de los adultos sin ninguna DIP.
 
Los autores notaron que los adultos con DIP pueden estar a riesgo de desarrollar varias enfermedades no transmitibles, como la enfermedad cardíaca o diabetes, a edades más tempranas que sus compañeros sin las DIP. Se pueden prevenir, retrasar o controlar muchas de estas enfermedades con servicios de atención médica apropiados. Los proveedores de atención médica y los formuladores de políticas pueden desear desarrollar programas integrales para los adultos con las DIP para ayudarlos a optimizar su salud durante toda su vida. Los servicios de prevención como el acceso a la actividad física, consejería sobre la nutrición, y las evaluaciones tempranas pueden ayudar a mejorar la calidad y cantidad de la vida para los adultos con DIP. Las investigaciones futuras pueden ser útiles para comprender mejor los factores que pueden poner a las personas con DIP en riesgo de contraer enfermedades no transmitibles, y las formas de superarlas.

Para Obtener Más Información

Varios proyectos financiados por NIDILRR han desarrollado guías, programas, e instrumentos para ayudar a las personas con discapacidades a lo largo de la vida a manejar su salud y bienestar. Incluyen:

El Centro Nacional sobre la Salud, Actividad Física, y Discapacidad (NCHPAD, por sus siglas en inglés) (en inglés) ofrece una gran cantidad de recursos para personas con discapacidades, proveedores de atención médica, y profesionales de aptitud física. La campaña #DocTalk (en inglés) alienta a los médicos a hablar con sus pacientes acerca de hacer que la actividad física sea una prioridad.

Para Obtener Más Información Sobre Este Estudio

Whitney, D.G., Whitney, R.T., Kamdar, N.S., Hurvits, E.A., y Peterson, M.D. (2020). La enfermedad no transmitible de inicio temprano y multimorbilidad entre adultos con discapacidades de inicio pediátrico (en inglés). Procedimientos de la Clínica Mayo, 95(2), 274-282. Este artículo está disponible en la colección de NARIC y solo está disponible en inglés.

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Date published: 
2020-04-01